Mi Pollo Frito con Yogurt 🔥 Spicy, Juicy Crispy

La más universal de todas las comidas: el pollo frito. Más que la pasta, más que el arroz, el pollo frito es como si el mundo entero hablara el mismo idioma ❤, a TODO EL MUNDO le gusta un pollo frito, y el que diga lo contrario simplemente miente!!!😂, probablemente quiere convencerse de lo conveniente y beneficioso de una vida fitness y una alimentación sana. Amigo, puedes decirte a ti mismo y al mundo lo que quieras, pero el pollo frito es delicioso y todos lo sabemos, y lamento que te lo pierdas!😂💁🏻‍♀️.

No me considero una experta en la materia, pero les puedo decir que he preparado y probado al menos 10 recetas de pollo frito y esta que les paso aquí es SIN LUGAR A DUDAS la mejor, la que es un tiro al piso, la que siempre sale bien y con la que el pollo queda exquisito: jugoso por dentro, crujiente por fuera, y con un sabor que no tiene nada que envidiarle a -casi- ningún otro.

Quiero aclarar algo importante, una preparación casera nunca va a poderse comparar a una con freidora industrial, es muy difícil llegar a ese nivel de calor y homogeneidad en la cocción, al menos no sin dejar un desastre de aceite en la cocina. Dicho esto, esta receta tiene un sabor tan increíble, que supera lo “casero” de tantas otras y se siente más pro, más complejo y suculento. La clave para mí está en hacer pechugas y aplanarlas un poco, para que se cocinen más rápido y no absorban tanta grasa. Quedan sequitas por fuera y jugosas pero bien cocidas por dentro. No hay que ser experto para lograr el punto perfecto.

Si algún día quieren preparar pollo frito, esta es la receta, para 4 personas:

1. Mezclamos 1 cucharadita de sal con 1 cucharadita de polvos de hornear, y con esta mezcla cubrimos las 4 pechugas de pollo, previamente aplanadas hasta que tengan un espesor uniforme (para que se cocinen en el mismo tiempo). Ponemos las pechugas en una rejilla sobre una bandeja, y las metemos en la nevera SIN CUBRIRLAS al menos 2 horas (pueden estar hasta un día).

2. En un bowl de buen tamaño mezclamos 1 taza de harina todo uso, 1/2 taza de maicena, 1 cucharada de ajo en polvo, 1 cucharada de cebolla en polvo, 1 cucharada de paprika, 2 cucharaditas de pimienta negra y 2 cucharaditas de sal.

3. En OTRO bowl, batimos 1 huevo de buen tamaño, 1 taza de yogurt y 3 cucharaditas de alguna salsa picante, como Sriracha.

*** A partir de acá, les recomiendo trabajar con guantes o tenedores para agarrar los pollos ***

4. De uno en uno, tomamos los pollos y los pasamos por la mezcla seca de harina, que queden bien cubiertos, y eliminamos cualquier acumulación de harina que no quede bien pegada, el exceso. Acto seguido, los pasamos por la mezcla húmeda siguiendo el mismo criterio, eliminando el exceso. Y rematamos otra vez pasándolos por la mezcla de harina. Los vamos poniendo otra vez en la rejilla, y los dejamos al menos 30 minutos en la nevera, descubiertos. (SIEMPRE DESCUBIERTOS PARA QUE QUEDE DORADO Y CROCANTE!).

5. En una sartén de buen tamaño, calentamos aceite hasta una alturde al menos a la mitad de cada pechuga; el aceite debe estar bien caliente, si tienen termómetro fíjense que llegue a 350°F (177°C).

6. Para que nuestro aceite no se enfríe, vamos a freír los pollos de dos en dos, hasta que cada lado esté bien doradito. Como los aplanamos no tenemos que preocuparnos tanto por la cocción interna, con seguridad va a estar listo en los 6-8 minutos que le tomará dorarse. Igual si prefieres confirmarlo, la temperatura interna debe estar en 165°F o 74°C.

7. A medida que estén listos, los pueden ir poniendo en toallas desechables para que drenen el exceso de aceite, aunque mi mayor recomendación es colocarlos en una rejilla y así quedarán ABSOLUTAMENTE sequitos por todos los lados.