Preparamos ricotta casera con esta receta y quisimos probarla en una pasta, porque hay ciertas recetas que ponen a prueba los ingredientes y una pasta con ricotta definitivamente es una forma maravillosa (o no) de ver si la ricotta está rica!.

La pasta quedó fenomenal, es cremosa pero a la vez el toque de acidez del limón es un acierto. Parmesano y pimienta para rematar hacen que se sumen capas de sabor que la hacen realmente adictiva!.

La Ricotta

Obviamente puedes usar la que quieras, no tiene que ser una hecha en casa.

La ventaja de la hecha en casa es que puedes ajustarla a tu gusto, y en este caso, combinamos vinagre con limón para un toque rico sin que llegue a parecer una ricotta para postre.

Es una acidez sabrosa y en esta pasta solo la combinamos con un poco más de limón para completar ese perfil de frescura.

La Preparación

Esta receta de pasta con ricotta forma parte de ese estupendo grupo de pastas que: 1- tardan en prepararse lo que demora la pasta en hacerse; y 2- no tienen una salsa que se cocine. Es una maravilla porque es rápida y fácil, además el resultado no es proporcional ni a lo rápido ni a lo fácil.

Hay una sola cosa de la que hay que estar muy pendiente: conseguir una buena textura y para esto, el agua de cocción de la pasta es fundamental.

Cuando la pasta esté lista hay que pasarla sin escurrirla demasiado y revolverla bien con la ricotta, sumando agua de cocción de la pasta las veces que sea necesario para llegar a una crema.

Si quieres puedes hacer “trampa” y pasar un poquito de agua a la ricotta y emulsionar, antes de pasar la pasta. Este es mi truco para la carbonara y funciona perfectamente. Te da la libertad de batir bien sin tener cuidado con la pasta.

De cualquier manera es importante ir sumando el agua de la pasta poco a poco, porque una vez que nos excedemos no hay vuelta atrás. Siempre es mejor ir construyendo esa textura de a pequeños pasos.